La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) ha elaborado un nuevo informe sobre la percepción y el uso de esta especialidad, a partir de 1.500 entrevistas a ciudadanos, que revelan que el perfil de los pacientes de tratamientos de medicina estética corresponde al de una mujer de entre 35 y 54 años de edad y de clase alta o media alta.

Suben los más jóvenes

En concreto, según los datos, el 69 % de los pacientes fueron mujeres, frente al 31 %, que fueron hombres.

Con respecto a 2017, ha aumentado el número de pacientes más jóvenes, de entre 16 y 25 años, en concreto han pasado del 14 % al 20 %.

Los jóvenes de entre 25 y 34 que han demandado algún tratamiento de medicina estética han bajado del 31 % al 21 %, al igual que los de 36 a 45 años, que si en 2017 lo habían hecho el 27 %, en 2023 lo hicieron el 21%.

Las cifras se compensan con la subida de los pacientes de más de 45 años, que han pasado de solicitarlos el 28 % al 38 %.

En general, los pacientes siguen siendo más de clase media a alta, “con cierta percepción de elitismo o falta de asequibilidad por clases más bajas que buscan alternativas”.

El peligro del desconocimiento

El documento de SEME muestra que los cinco tratamientos más solicitados de medicina estética en 2023 fueron la IPL -luz pulsada intensa-, los rellenos de con ácido hialurónico, la mesoterapia, el PRP -plasma rico en plaquetas- y la toxina botulínica.

Según el informe, la población asocia los tratamiento de medicina estética a la orientación nutricional (el 50 %), seguida del bótox (39%) y otros inyectables (38%).

Además, preguntados los participantes en la encuesta qué entienden por medicina estética, el 22,1 % no sabe lo que es y el resto hace referencia a conceptos que se incluyen en la definición del concepto: cuidado del cuerpo, salud, sentirse bien, autoestima, supervisión médica.

Y no ubican correctamente los diferentes tratamientos en cada ámbito, con lo que el documento de SEME deduce que la población no tiene claro lo que es realmente la medicina estética, ni cómo diferenciarla con facilidad de la estética o de la cirugía estética.

Excluyendo la depilación láser, las técnicas de medicina estética las aplican tanto centros médicos y hospitales como centros estéticos.

De hecho, el 20 % destaca otros lugares como peluquerías, en concreto, del informe se desprende que casi un 10 % de la población percibe como “normal” hacerse tratamientos de medicina estética en su casa.

Así las cosas, los médicos estéticos alertan de que hay un “elevado” intrusismo que pone en riesgo la eficacia y seguridad de los tratamientos “que genera problemas en la salud pública” y “desprestigia” la imagen y la credibilidad de esta especialidad.

Por ello, durante el último congreso de SEME, los profesionales presentaron la iniciativa #NOsintumedico, con el objetivo de que los más de 2.500 médicos asistentes a ese encuentro lo usen en sus comunicaciones de medicina estética e informen a sus pacientes, así como el resto de actores que tienen un papel “clave” para concienciar a la población: instituciones, industria y medios de comunicación.

Fuente: https://efesalud.com/medicina-estetica-tratamientos-profesionales-intrusismo/